Estudiar y compartir la Palabra de Dios es una parte esencial de nuestra iglesia, ya que proporciona un lugar donde puede tener lugar un compañerismo más profundo y un mejor apoyo mutuo. Considerando que la iglesia primitiva adoraba en grandes espacios, tanto en las sinagogas como en los hogares, nos unimos de manera similar para tener una comunión más profunda con Dios y unos con otros. Dios nos ha reconciliado no sólo consigo mismo sino también unos con otros. Este "unos a otros" se llama Su Iglesia. Por lo tanto, nos esforzamos intencionalmente hacia la comunidad a través de grupos de hombres y mujeres, reuniones en el hogar y otros entornos personales.
Hemos sido creados para vivir en comunidad y no aislados. Físicamente vivimos en una comunidad, pero espiritual, social y relacionalmente a menudo vivimos nuestras vidas en aislamiento. Nos encontramos sin nadie a quien recurrir cuando tenemos un problema importante que acaba de surgir en nuestra vida. Vivir en comunidad nos brinda la oportunidad de experimentar a Dios más plenamente a través de relaciones cercanas mientras jugamos y oramos juntos, mientras nos animamos y ayudamos unos a otros, y mientras estudiamos y vivimos juntos la palabra de Dios.
Hebreos 10:24-25
Loving parents long to see their children fly, to soar above the stuff of this world and to succeed in life.
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